Educación para transformar vidas. Metas, opciones de estrategia e indicadores
La educación está en el centro de la agenda de desarrollo sostenible y es esencial para el éxito de todas estas metas. La nueva agenda de educación resumida en el Objetivo 4 es holística, ambiciosa, deseable y universal, y está inspirada por una visión de que la educación transforma las vidas de las personas, las comunidades y las sociedades. La agenda atiende los temas no resueltos de los objetivos de la Educación para Todos (EPT) y los ODM relacionados con la educación, al tiempo que aborda de manera efectiva los actuales y futuros desafíos de la educación a nivel mundial y nacional. Está basada en los derechos y está inspirada en una visión humanista de la educación y el desarrollo, con base en los principios de la dignidad humana, los derechos igualitarios, la justicia social, la paz, la diversidad cultural y la responsabilidad compartida. Basándose y continuando con el movimiento EPT, Educación 2030 toma en cuenta lecciones aprendidas desde 2000. Lo que es nuevo en esta agenda es su enfoque en mayores y más amplios resultados en el acceso, la equidad e inclusión, calidad y aprendizaje, además de un aprendizaje a lo largo de toda la vida. El enfoque de la agenda en materia de inclusión y equidad –que da a todos la misma oportunidad y no deja a nadie rezagado– apunta a otra lección: la necesidad de esfuerzos mayores y especiales para alcanzar a quienes están marginados por factores como inequidad de género, pobreza, conflictos y catástrofes, discapacidad, edad y lejanía. El enfoque en aprendizaje y calidad de la educación reconoce el peligro de concentrarse en el acceso a la educación sin prestar suficiente atención a si los estudiantes están aprendiendo una vez que están en la escuela. El hecho de que los objetivos de la EPT no se hayan alcanzado trae consigo otra lección más: “seguir como siempre” no llevará la educación a todos. Si continúan las actuales tasas de avance, muchos de los países que están más rezagados no alcanzarán los nuevos objetivos para el año 2030. Esto significa que es de suma importancia modificar las prácticas actuales y movilizar esfuerzos y recursos a un ritmo sin precedentes. Para destrabar el poder de la educación para todos es clave desarrollar sistemas de educación que sean más resilientes y receptivos de cara a los conflictos, la agitación social y las catástrofes naturales además de asegurar que la educación se mantenga durante las situaciones de emergencia, conflicto y post-conflicto. Al mismo tiempo, hay que reconocer el rol central de la educación en prevenir y mitigar conflictos y crisis, y en promover la paz y la democracia, los derechos humanos, la reconciliación y la cohesión social. En términos más generales, la educación es crucial para mejorar la ciudadanía mundial, la tolerancia, el compromiso cívico y el desarrollo sostenible. La educación facilita el diálogo intercultural y el reconocimiento de la diversidad cultural, lo que es vital para lograr la cohesión social.