Entrevista a Victor Pizzichillo, Presidente del Consejo de Formación en Educación de Uruguay
Victor Pizzichillo es profesor de Educación Media (Historia). Máster en Formación de Formadores (ORT). Diploma en Formación de Formadores (ORT). Especialización en Diseño y Desarrollo Curricular (UNESCO- UCUDAL). Posgrado en Planificación y Gestión de Centros Educativos (UCUDAL). Especialización de Ciencias de la Educación (ORT). Se desempeñó como consejero y secretario docente efectivo en el CFE y director del CERP del Litoral. Integró Comités Académicos de Posgrado, comisiones y grupos de trabajo designado por DFPD y CFE. Actualmente es presidente del Consejo de Formación en Educación de Uruguay
Presidente, nos gustaría iniciar con una presentación breve del Consejo de Formación en Educación (CFE) que usted preside.
En el Uruguay el sistema educativo tiene una organización un poco particular dónde la educación obligatoria y tecnológica y la formación docente están en el ámbito de lo que llamamos administración nacional de educación pública. Y en ese ámbito de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) está el Consejo Directivo Central (CODICEN) que es quién dirige todo el sistema educativo y la formación docente tiene un consejo que se ocupa específicamente de esa área. El consejo está integrado por tres profesionales de la educación seleccionados por el CODICEN, más dos miembros electos: uno que representa a los docentes y es electo precisamente por los docentes, y otro que es electo exclusivamente por los estudiantes.
Las líneas del plan estratégico del CFE siguen enmarcadas en las líneas de la política educativa del ANEP que fueron presentadas en el presupuesto que refieren a: la transformación de los planes de estudio, la consolidación de las políticas de desarrollo profesional docente, la generación de cargos y espacios docentes estables y que no estén generando la movilidad del docente por diferentes espacios, la ampliación de la cobertura de las trayectorias educativas, la ampliación del ciclo educativo en los niños de 3 años, la ampliación de la educación tecnológica a nivel del país y demás, y la transformación de los planes de formación de docentes. Son a grandes rasgos los planes educativos. En particular, lo que le compete al CFE es la elaboración de nuevos planes de estudio, lograr el reconocimiento universitario de las carreras de formación docente a través de mecanismos que creó la ley recientemente en ésta administración, organizar el desarrollo profesional docente y reorganizar el trabajo de los profesionales de la formación docente. Éstas son las cuatro líneas.
¿Qué avances destacaría hasta el momento?
Si vamos a hacer un balance de donde estamos hoy, en lo que refiere a los planes de estudio hemos logrado construir un marco curricular de la formación docente que no teníamos hasta el momento; lo que teníamos eran planes de estudios pero no un marco general de las carreras docentes. Construir los planes de las cinco carreras que brinda el Consejo, además de trabajar sobre la definición en torno a la didáctica y la práctica pre profesional y actualmente estar estructurando lo que es la curricularización de la práctica docente. Porque en ninguno de los planes de estudios anteriores está escrito en realidad, sistematizado, que hace un estudiante en la práctica docente. Venimos trabajando en base a la tradición magisterial y la tradición de Grompone, de la formación de los profesores de la educación media, pero bueno, es necesario de alguna forma sistematizar e innovar en torno a este punto.
¿El CFE forma a los docentes de todos los niveles educativos, verdad?
A los docentes de todos los niveles. A los maestros de primera infancia que esos maestros se van a desempeñar en los jardines, en los CAIF, en los clubes de niños, en la educación formal y no formal, los maestros para la primaria, los profesores de la educación media y los profesores de la educación tecnológica, ya sea media y superior no universitaria. Ese es el ámbito de formación que tiene el consejo. Y por último, forma educadores sociales, que no son una carrera docente, sino que es una carrera profesional simplemente que había surgido en la década de los noventa en el ámbito de educación y cultura y posteriormente pasó al ámbito de la formación docente. Ese es el ámbito de formación. Tiene unos 22 mil estudiantes en todo el país con presencia en todos los departamentos del país, 22 centros que forman maestros a nivel del interior, 6 centros que forman exclusivamente profesores para educación media en todo el país, y en la capital del país tenemos las sedes históricas de la formación magisterial, de la formación de los profesores de media, de la formación de los profesores técnicos y de los educadores sociales.
Desde este rol que le toca desempeñar dentro del Consejo, ¿Cuáles jerarquizaría como los principales desafíos que enfrenta actualmente la formación de docentes?
Un desafío que pasamos fue la pandemia y como mantener las continuidades educativas y la calidad de esos procesos educativos. Ese fue un gran desafío que de alguna forma impulsó con mucha fuerza todo lo que fue la virtualización. No quiere decir que Uruguay no venía recorriendo un camino, pero era muy lento, pero dado que teníamos unas estructuras muy desarrolladas, permitió que se pudieran mantener las clases en entornos virtuales. Eso fue un gran desafío.
Posteriormente, culminar el proceso de transformación curricular que veníamos trabajando desde el año 2012, con diferentes avances y retrocesos, y bueno, culminarlo en el año 2022, como decía, con el marco y los planes y fue la construcción de los programas, pero ahora queda la implementación de esas propuestas. Y cada año de implementación es un desafío nuevo porque implica poner foco en aquellas cuestiones estructurantes que se pretenden instaurar en los procesos formativos.
¿Como por ejemplo?
Por ejemplo, si vamos a decir que efectivamente la didáctica y la práctica es el eje estructurante de una carrera docente, eso implica que realmente se trabaje articuladamente desde todas las unidades curriculares, mirando específicamente a lo que es la didáctica y la práctica. Y no específicamente dentro de cada trayecto formativo. Las ciencias de la educación como se han llamado históricamente en su espacio, lo específico, disciplinar en su espacio, y lo que puede llamarse en este caso “lenguajes diversos”, en otro momento se llamó “complementos instrumentales”, en fin, no son una razón en sí misma sino que tiene existencia en la medida que son capaces de articular. Y focalizando sobre todo magisterio, fortaleciendo en las competencias básicas de la matemática y la lengua, es una de las principales carencias que tenemos, no solo a nivel de la formación docente, sino en el desarrollo de la educación obligatoria, focalizando el profesorado de que la función del profesor no es exclusiva en el aula sino que es en la institución. Eso implica una formación en aspectos de la gestión, de la gestión del aprendizaje, de los liderazgos distribuidos, de otras miradas distintas a las que tradicionalmente tenemos que el profesor se ocupa exclusivamente del aula y no del espacio institucional también como lo es el maestro.
En la educación técnica el gran desafío es cómo articular una formación técnica tecnológica con los últimos adelantos en ese campo, donde muchas veces el sistema educativo no tiene los últimos adelantos tecnológicos, sino que lo tiene el sistema empresarial y ahí necesariamente hay que cambiar en función de lo que el sistema necesite para su desarrollo y los procesos formativos. Y en el ámbito de los educadores sociales, cómo esa carrera puede integrarse en el ámbito universitario dado como ha sido su construcción a través del tiempo y cómo eso se vincula dentro del sistema educativo, cumpliendo una función que antaño la cumplía el maestro. Hoy dado los nuevos roles, las nuevas funciones, es necesario que otras figuras acompañen la labor del maestro, del profesor, en ese ámbito de la visita asociada al entorno en donde vive el estudiante, la familia, acompañar, estar, y en aquellos espacios de la educación no formal.
Entonces, la implementación de estos planes es el gran desafío estructural que tenemos. Y el otro gran desafío estructural es la reorganización del trabajo docente. En espacios que realmente le permitan al docente integrar las tres funciones que tienen que tener las instituciones universitarias, sean la enseñanza, la investigación, la extensión, pero sin perder de vista que el foco en nuestra institución tiene que estar en el desarrollo de lo investigativo en los procesos de enseñanza y aprendizaje, que es nuestra especificidad como tal. Entonces, esas son las dos grandes líneas que yo diría que en este momento son desafiantes.
Seguramente la administración que venga - porque esta administración termina en marzo del 2025 - tendrá que tomar definiciones incluso sobre las carreras: si vamos a seguir teniendo dos carreras como maestro de primera infancia y maestro de primaria por otro lado dado que el país en prácticamente 16 años ha perdido 32.000 nacimientos, y dentro de 2 años vamos a tener maestros efectivos que no van a tener cargos. ¿Cómo se va a formar a los maestros para el tiempo que viene? ¿Vamos a volver a una carrera de un tronco común y una especialización en los últimos 2 años? ¿En el último año? Ese es un paso que seguramente en todo este desarrollo curricular - porque entendemos que eso es parte del desarrollo del currículum - tendrá que darse ese análisis, tendrá que darse ese análisis a nivel de media si no es necesario llegar a ciclos iniciales integrados por las ciencias sociales, la ciencias de la naturaleza, la lengua y la literatura, las matemáticas, lo artístico. Ósea, de eso, cómo se estructura.
Y ver también que el cuerpo docente y los estudiantes vayan visualizando lo que es la construcción de la carrera realmente en optatividades, que se ha avanzado pero muy poco en eso porque es muy resistido también, porque está atado específicamente también a una cuestión laboral del plantel docente.
Entonces bueno, esas son cosas desafiantes que quedan para la administración que viene y quedan para la administración que viene también, esta experiencia de unidades horarias de desempeño docente que actúan como cargos, si esos cargos van a estar definidos en los centros, en los departamentos geográficos o a nivel nacional, entonces es una definición de política educativa que estructura la base del sistema que ha de tomarse en la administración que venga.
Estamos ante un estudiante diferente, un estudiante que dialoga con las tecnologías, que aparentemente se acerca al conocimiento de diversas maneras. ¿Qué puentes habría que generar entre esta formación docente y este nuevo estudiante?
Yo creo que acá a veces tenemos, hay diferentes posiciones: algunas que mantienen siempre como una vuelta que el pasado fue mejor, y otras que lo que viene es bueno. Yo creo que hay que encontrar un equilibrio porque sí hay un punto que permanece en todos los procesos formativos. Que es saber que es lo verdadero y que es lo falso. Y hoy ante los procesos de inteligencia artificial que tenemos, donde son capaces los procesos de generarnos mensajes y comunicaciones que parecerían totalmente verdaderos cuando en realidad es una ficción, yo creo que ahí una vez más, debemos de buscar en las raíces de la propia civilización occidental, las herramientas para poder desarrollar las competencias necesarias para atender a estas nuevas realidades. Porque esta nueva realidad la cual nos enfrentamos, un mundo que crea noticias y verdades que no existen, un mundo donde hoy es capaz desde el punto de vista de la inclusión de insertar un chip en el cerebro a una persona para que pueda mover el mouse de la computadora, es fantástico. Pero mal utilizado puede ser tremendo. Entonces bueno, ¿los límites de la ética dónde están?; ¿dónde están los límites del humano?; ¿los límites de qué es lo que puedo hacer y lo que no puedo hacer? En definitiva hay preguntas que el ser humanos se ha hecho a lo largo de su existencia que aún están vigentes.
¿Algo más que quieras agregar?
Agradecer por esta oportunidad.
María Inés Vázquez Clavera y Micaela de Armas
Instituto Universitario Elbio Fernández