Entrevista a Ibrahin Amhed León (Universidad de Granma)
Ibrahin Amhed León Tellez es Licenciado en Contabilidad y Finanzas; Máster en Desarrollo Regional y Doctor en Ciencias Económicas con mención en gestión del desarrollo local. Actualmente es Director del Centro de Estudios de Dirección y Desarrollo local de la Universidad de Granma. Además, ejerce como Vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), y a su vez es miembro del Consejo Técnico Asesor de la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente en Granma.
¿Cuáles serían los principales retos que hoy día tiene el sistema educativo cubano?
En relación a los principales retos quisiera destacar varios. Para comenzar, podría enfatizar la necesidad de una constante actualización y contextualización de los programas de estudio, ya que se requiere del establecimiento de un vínculo entre la investigación científica y los procesos de formación. Por otro lado, también mencionaría la interrelación entre los diferentes niveles educacionales para poder garantizar la correcta continuidad de cara al acceso a la educación superior. Y a su vez, todo ello tiene relación con el carácter multidisciplinar e interdisciplinar de los contenidos. Es decir, la práctica es compleja y por eso los estudiantes deben percibir las interrelaciones entre las diferentes asignaturas.
¿Qué dificultades se encuentran en la práctica de la organización y gestión de centros educativos en el contexto de Cuba?
Respecto a las dificultades encontradas pondría la mira en dos. Por un lado, la primera se relacionaría con la estimulación a los profesionales de la educación superior. Concretamente, tanto desde el Ministerio Superior como del Ministerio de Ciencia y Tecnología se está intencionado una política con el objetivo de aplicar mecanismos que motiven al crecimiento profesional. De esta manera, la idea es incidir en que los profesionales de la educación competentes estén animados a ocupar cargos y responsabilidades de reconocimiento. Y por otro lado, otro gran reto que está siendo de gran dificultad es el logro de proyectos de colaboración internacional. Lo cierto es que muchos proyectos son aprobados, pero el mismo proceso de aprobación se alarga durante años lo que acaba conllevando que la contraparte extranjera retire los fondos al estar esperando ya resultados. En conclusión, todo lo anterior complica el logro de resultados concretos, la generalización de los mismos y la consecución de transformaciones en los territorios.
¿De qué forma ha impactado la crisis económica de los últimos años en el sistema educativo cubano?
Particularmente en Cuba la crisis ha afectado directamente al presupuesto del estado, y se puede decir que a su vez este hecho ha perjudicado al crecimiento de la economía de nuestro país. En este caso, la educación ha ido acompañada de limitaciones y dificultades, sobre todo en campos como la ciencia o la tecnología en los que se requiere de equipos muy costosos. Además, he podido comprobar en primera persona como proyectos de investigación se acaban perdiendo por falta de condiciones. A pesar de ello, en Cuba se han desarrollado políticas bien definidas para continuar trabajando y así poder contrarrestar la ausencia de estos recursos.
En el ámbito de la dirección escolar y de la participación educativa, ¿por dónde se debe continuar?
Algo de lo que se está hablando mucho es de la significación que adquiere el alineamiento de la investigación con el proceso de formación. Otro aspecto clave en la dirección escolar sobre el cual podría avanzarse es el tema de los presupuestos participativos con el fin de poder discutir proyectos a nivel de áreas, departamentos o pequeños grupos de profesorado para finalmente ser aprobados. De esta manera, creo que sería interesante instrumentar mecanismos de presupuestos participativos.
¿Qué oportunidades destacaría de la formación profesional de maestros y profesores ante el propósito de elevar la calidad de la educación cubana?
En el ámbito de la formación profesional destacaría como elementos importantes, por un lado el dominio de la lengua inglesa u otra extranjera por parte de todo el profesorado, y por otro lado la formación jurídica, pedagógica, económica y de gestión con la finalidad última de elevar la calidad educativa.