Las escuelas rurales del valle de Jamuz y La Valdería
El libro "Las escuelas rurales del valle de Jamuz y la Valdería" nos sumerge en la importancia de la educación como el primer derecho fundamental de las personas para convertirse en ciudadanos. La autora nos invita a reflexionar sobre el papel crucial que juega la escuela en la configuración de la infancia, presentándola como la arquitectura de la infancia y, posiblemente, una infancia de la arquitectura. Este enfoque sugiere que el aula, en su forma más elemental, destila la esencia de la arquitectura escolar, y nos permite deducir un derecho inherente a conocer y valorar el lugar donde se inicia la educación como un componente vital de la arquitectura personal de cada individuo.
La escuela es presentada como la casa de la infancia, estableciéndose una relación directa entre los sistemas educativos y la forma y riqueza de los edificios escolares. Estos edificios no solo son una manifestación física de los valores sociales de cada época y lugar, sino también un reflejo de la importancia otorgada a la educación. A través de este estudio, la autora busca promover la valoración de los bienes escolares como parte integral de la identidad de los pueblos.
Además, la escuela es descrita como un lugar de memoria que debe preservarse para las generaciones venideras. Este libro se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por poner en valor el patrimonio escolar específico de la región leonesa. La autora, siguiendo la estela de sus obras anteriores sobre las escuelas rurales de la Maragatería y la Comarca de La Cepeda, se propone conocer y preservar el patrimonio escolar, especialmente en las zonas rurales.
"Las escuelas rurales del valle de Jamuz y la Valdería" no solo es una investigación histórica y arquitectónica, sino también un homenaje a los espacios que han moldeado la educación y la identidad de sus comunidades. En un contexto donde León ya cuenta con estudios sobre diversos elementos patrimoniales como palomares, puentes, molinos y ríos, este libro destaca por su enfoque en los edificios escolares rurales, subrayando su importancia como parte del patrimonio cultural y social de la región.